Un recién nacido necesita cuidados extremos, muchos más que los que precisa cualquier otro niño, incluso un bebé de más meses de vida. Por si te acabas de convertir en madre y necesitas de algún asesoramiento de este tipo, nosotras, en Eres Mamá queremos prestarte nuestra ayuda, escribiendo para ti este artículo con los cuidados más importantes que necesita tu hijo.
El cuidado del muñón umbilical
El muñón umbilical es ese pedacito de cordón umbilical que queda luego de ser cortado durante el nacimiento del niño.
A pesar de que es uno de los cuidados que más temor causa en las madres, sobre todo en las primerizas, debe ser atendido y observado con cautela porque puede generarle ciertos malestares al bebé.
El ombligo del recién nacido debe asearse cada día con abundante agua y jabón. Hay madres que prefieren darle una pasadita con alcohol para que se seque más pronto.
A pesar de que el muñón, a simple vista, puede parecer sano, hay que levantarlo lo más posible para higienizar la parte que le queda debajo porque precisamente es allí donde puede presentar problemas.
Debes saber que este pedacito de piel seca no causa ningún tipo de dolor al bebé siempre que esté sano; por eso, cógelo sin problemas e higienízalo alrededor de dos veces al día. En las mañanas y luego del baño. Déjalo siempre destapado para que no guarde humedad.
El cuidado de las uñas
Las uñas del recién nacido necesitan cortarse porque el pequeñín, como debes haber notado, adora agarrarse el rostro y con las uñas largas, se daña la piel.
Para cortar las uñas de tu niño busca una tijerita pequeña que puedas manipular sin problemas. Acuéstalo en un lugar con mucha luz (en esta etapa es difícil distinguir en donde termina la piel y comienzan las uñas) para que no vayas a lastimarle los dedos; y recórtalas sin temor alguno.
El baño diario
A pesar de que te dé un poco de miedo, tu recién nacido necesita mantenerse limpio porque la higiene es el mejor antídoto contra las enfermedades. El baño del bebé suele ser otro problema para las madres. A muchas les da pavor que pueda resbalársele y caer al piso, o dentro de la bañera.
Entonces lo que hay que hacer, en este caso, es tomar todas las precauciones posibles y hacer del baño del bebé un momento agradable.
Hay madres que prefieren esperar a que llegue papá o la abuela para que las ayude; otras, optan por poner la bañera en el suelo y sentarse ellas mismas en el piso, con las piernas extendidas, para asearlo; de manera que si se cae vaya a parar encima de sus piernas y no se haga daño.
Pero el baño, así como el ombligo, es un cuidado que debe ser practicado a diario.
La higiene de los genitales de las niñas cada vez que defecan
La higiene de los genitales del varoncito, cuando defeca, suele ser un proceso fácil de asimilar. Las madres, por lo general, no temen limpiar la caca de sus testículos y pene. En cambio, cuando se trata de una beba la higiene de sus genitales cada vez que es amamantada y defeca, sí suele ser motivo de preocupación.
En estos casos mamá teme que las heces se alojen en los resquicios de sus genitales y puedan causar infección.
Sin embargo, tanto los genitales femeninos como los masculinos deben limpiarse sin temor alguno.
Apenas notes que tu recién nacido hace caca, cámbiale el pañal y límpialo bien con una toallita húmeda higienizando cada resquicio en donde puedan alojarse las heces.
Si tienes una niña abre bien sus labios y saca toda la caca que pueda haber. Haciendo esto en cada defecación no debe presentarse ningún tipo de dificultad.
Cuidados que necesita un recién nacido
Mamá, en las primeras semanas de vida tu hijo necesita, más que todo, de tu presencia.
Si eres primeriza, es probable que cada vez que lo manipulas te invada el miedo de que puedas lastimarlo. Pero él, más que tu miedo, necesita sentirte cerca, así que no dejes su cuidado a otro miembro de la familia solo porque tenga más experiencia que tú.
Ninguna madre pasa una universidad para criar a un hijo, eso se aprende poco a poco. Tú no serás ni la primera ni la última, así que guarda tus temores y estate siempre atenta a las necesidades y el cuidado de tu pequeño.
Fuente: Eresmama.com