República Dominicana vive un verano “permanente”, lo que atrae a miles de turistas, porque el país no experimenta las variaciones en el clima que por lo regular caracterizan las demás estaciones del año en otros lugares.
Pero ¿qué ocurre en la actualidad? Las temperaturas están muy elevadas, superando los 34 y 35 grados Celsius en algunas provincias, con una sensación térmica de 37 grados, lo cual en el cuerpo humano es similar a un proceso febril.
Especialistas consultados por reporteros de LISTÍN DIARIO explican que la ola de calor provoca deshidratación, afecta las neuronas, la piel y el corazón. En este último caso aumentando las hospitalizaciones por problemas cardiovasculares y riesgo de muerte.
En el cerebro
La hiperexcitación cerebral, que tiene que ver con la temperatura, produce un sobre esfuerzo de las neuronas, que de no atenderse provoca escaso rendimiento, cansancio, disminución de la concentración y alteración de la memoria. “Por eso en el calor no hay rendimiento adecuado”, según advierte el neurólogo José Silié Ruiz.
De persistir el agotamiento en las neuronas, en caso que haya insolación o algún tipo de compromiso, entonces hay daño neuronal.
En el corazón
El cardiólogo Fulgencio Severino dice que el calor aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, porque el nivel de estrés es mucho mayor que cuando las temperaturas son bajas.
Sostiene que ese estrés genera ansiedad y activa el sistema “nervioso simpático” que junto con la deshidratación hace que las enfermedades cardiovasculares se descompensen, fundamentalmente, la cardiopatía isquémica y la hipertensión, lo cual provoca que más personas sean hospitalizadas y aumente el riesgo de muertes cardiovasculares.
Entre las recomendaciones que hace el reconocido cardiólogo, quien, además, es dirigente político, es que hay que evitar exaltarse, incomodarse, así como usar ropa suave, fundamentalmente de algodón, consumir mucha agua y tratar de no andar mucho tiempo expuesto a los rayos del sol, restringiendo las salidas innecesarias y preferir, al igual que los ejercicios, hacerlas a primeras horas de la mañana o al atardecer.
DAÑOS EN LA PIEL
La deshidratación que produce la sudoración reseca el pelo, agrieta y enrojece la piel, y exacerba el cuadro clínico, principalmente los atópicos, que son las personas que tienen alergia de nacimiento, ligadas al asma. También provoca erupciones detrás de las rodillas, en los codos y otras partes del cuerpo.
Así lo explica la dermatóloga María Altagracia Brea, quien recomienda tomar mucha agua y ponerse protector solar tanto para la cara, los brazos, el resto del cuerpo y hasta para el cabello.
Fuente: Listin Diario