Reciclaje gastronómico

Que te quedó del pollo guisado que hicieron ayer, que hay arroz blanco y habichuelas o un poco de locrio de chuleta… en fin, tienes varios sobrantes a los que sabes no es tiempo de echarlos a la basura. Pues no los botes. Puedes reciclar todo eso y convertirlo en un plato gurmé que, además de resolverte la comida de un día, también te ayuda con el bolsillo.

Juanín de Paula es una chef que cree en el reciclaje gastronómico. Dice que para lograr sabrosos platos producto de este, solo hay que poner a volar la imaginación. “Con las habichuelas, el arroz y la carne que quedó podemos preparar un ‘mojadito mareado’ como yo le llamo. Otras personas le dicen sanbumbio, chambre o asopao. Mezclamos todo, le añadimos un toque de tocineta, chuleta o costillita, un poco de naranja agria y picante para quienes gustan de él. Hacemos una rica ensalada de aguacate, unos fritos verdes y ya tenemos un almuerzo diferente y sabroso”, aconseja.

Otros alimentos que cuando quedan en casa pueden ayudar a dar origen a otra rica receta son las carnes. “Por ejemplo, podemos ‘ripiar’ en buen dominicano, esa carne de res, de pollo o de cerdo y juntarla para cocinarla como ropa vieja, agregándole ajíes, cebolla y verdura. Hacemos una buena ensalada aunque sea solo de lechuga y tomate, y la servimos bonita con queso por encima. O si se quiere, acompañamos con tortillas para tacos y ya tenemos un tremendo plato”, sostiene De Paula.

Ojo con las bacterias
Sobre este punto, la nutrióloga Olga Cépedes alerta que el reciclaje en el área de la comida puede hacerse, pero tomando en cuenta que para ello hay que almacenar la comida en el congelador, no usarla si tiene muchos días, y tener siempre pendiente que no todo se puede reutilizar. Entre los que no debe reciclar cita el pescado y marisco por el nivel de peligrosidad que tienen al poco tiempo de ser cocinados.

“Estoy totalmente de acuerdo con el reciclaje gastronómico, pero con la salvedad de que se haga con la debida conciencia. Por ejemplo, que se fije bien si las habichuelas que quedaron están aptas para reusar, pues si huelen mal, tienen espuma o algo así, harán más daño que bien. El arroz, si no está en el ‘freezer’, se daña con facilidad. En fin, debemos estar bien orientados antes de reciclar la comida”, comenta.

“SOBRAS GURMÉ” 
Este término lo utiliza De Paula para comentar que gracias a la comida que le queda ha podido inventar recetas, que luego se la solicitan en su casa como si se tratara de un plato super elaborado.

Fuente: Marta Quéliz

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