Informaciones básicas que por lo general la paciente que se somete a una cirugía estética para aumentar sus senos no pregunta u olvida al paso del tiempo, ahora se pueden conservar por años. La tecnología aplicada a la medicina así lo permite, con la introducción de un microchip en los implantes mamarios.
Ese dispositivo, usado desde hace más de 20 años en el campo de la cardiología sobre todo en las válvulas cardíacas, fue introducido en la prótesis de silicona que se utiliza en la reconstrucción mamaria o en las cirugías de aumento de seno, la cual dentro de la estética, es la más demandada en el país, sobre todo en mujeres entre los 20 y 30 años.
Esta herramienta, disponible en República Dominicana, guarda en su memoria la fecha de la cirugía, el tipo de silicona utilizado, el tamaño de la copa, el médico que la practicó, el establecimiento de salud donde se realizó, la técnica quirúrgica empleada, la garantía y origen del producto, certificaciones con que cuenta, entre otros.
Las nuevas prótesis forman parte de la sexta generación de implantes mamarios, cuya tecnología e innovación han ido revolucionando para ajustarlas a los requerimientos de las pacientes y son utilizados para aumentar, dar volumen y armonizar la forma de las mamas.
Fue lanzada inicialmente en Europa hace alrededor de cuatro años y está utilizándose en América Latina en países como México, Colombia, Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica. En República Dominicana se utiliza desde hace dos meses, explica Luis Alberto de Castro, quien introdujo las nuevas prótesis al mercado dominicano.
Entrevistado sobre el tema, De Castro asegura que la mayor importancia de esta tecnología es que garantiza seguridad y garantía a la paciente.
Un GPS para localizar prótesis mamarias
De Castro recuerda que las prótesis mamarias de silicona son utilizadas tradicionalmente en cirugía estética o reconstructiva para el aumento mamario, pero que por lo general la paciente se somete al procedimiento y el único conocimiento que tiene es el tamaño de la copa, pero desconoce el abordaje quirúrgico, entre otros datos básicos.
La prótesis, explica, tiene colocado internamente dentro de la copa un microchip aprobado por la FDA, el cual no tiene energía propia o sea que es pasivo, para que las mujeres no tengan temor de que podrían ser localizadas por GPS.
Trae en la etiqueta un número de serie de nueve dígitos, se introducen en las nubes y quedan mundialmente registrados, por lo que con un lector infrarrojo que tiene el médico, sólo con acercárselo a la paciente por encima de su ropa, aparece el código que se introduce a la computadora y ahí sale toda la información.
Para decisiones y seguimiento
Las informaciones tienen un alto valor para el médico, asegura el cirujano plástico Enriquillo Clime, porque es un apoyo en la toma de decisiones en caso de que la paciente quiera someterse a una nueva intervención con el paso de los años.
Dijo que en la vida pueden ocurrir muchas cosas y que puede darse el caso que una mujer sufra un accidente y la paciente llega inconsciente, si el médico sabe qué tipo de producto tiene en las mamas, puede tomar decisiones.
Señaló que en caso del mantenimiento y seguimiento que necesita la mujer de sus mamas, es mucho más fácil obtener las informaciones mediante un lector que tener que someter a la paciente a estudios más invasivos.
Explica que aunque la reducción de mamas se usa sobre todo en pacientes que tienen mucho volumen y le ocasiona dolores de espalda, es la cirugía con fines estéticos para incremento la que tiene mayor demanda en mujeres entre los 20 y 30 años de edad.
((Cirugía responsable
El especialista señala que el médico debe cuidar y orientar a la paciente sobre el tipo de implante que tolera su cuerpo, que tiene límites y no se puede abusar, ya que la cirugía responsable abarca el decirle a una paciente cuando no necesita someterse a determinado procedimiento.
Antes de una cirugía, la paciente debe someterse a diferentes estudios, entre ellos análisis de sangre, si tiene anemia no puede operarse, si es obesa o tiene comorbilidades -como que sea hipertensa y diabética a la vez-, o haya tenido un infarto, no debe someterse a esos procedimientos porque los índices de complicación son muy altos.
Dice que siempre es fundamental que la paciente investigue y busque médicos certificados en la materia para que pueda acceder de manera segura a la técnica.
Fuente: Doris Pantaleón