Hablar de San Pedro de Macorís es pensar en poetas, peloteros, cultura, historia, arquitectura, pero sobre todo buena gastronomía, una de las más ricas de todo el país.
La gastronomía de esta provincia es muy diversa debido a la inmigración de habitantes de diferentes partes del mundo. San Pedro cuenta con una mezcla de costumbres inglesas y africanas.
Los inmigrantes angloantillanos que arribaron a la República Dominicana a finales del siglo XIX, quienes vinieron a trabajar en la floreciente industria azucarera de esa época, se denominaron cocolos y con ellos llegó su cultura que implantaron en la zona este del país.
Los cocolos dejaron una gran huella en la Sultana del Este, como es conocida esta histórica provincia, y una de sus marcas más emblemáticas es, sin duda alguna, la comida que dejaron como legado.
Margarita Dunker, descendiente de cocolos y propietaria del Rincón Cocolo, restaurante-comedor que sirve este tipo de comida, habla de los platos más conocidos de esta diversa gastronomía.
Una referencia culinaria que identifica a San Pedro de Macorís son los domplines, bollitos de harina de trigo hervidos y acompañados de salami, bacalao, pollo guisado, sardinas o alguna salsa. Es un plato cargado de sabor y gusto, apreciado por su gente y que todo aquel que visite este pueblo debe de probar.
La harina de trigo y de maíz son ingredientes básicos y, como toda provincia costera, comenta Dunker, dentro de los platos se encuentra el pescado con coco, siendo este uno de los más famosos por la forma única de preparación.
En esta variada cocina también podemos encontrar el yaniqueque, comida que los petromacorisanos acompañan con longaniza, espaguetis, huevo o aguacate.
Dentro del listado de platos cocolos está la sopa calalú, un caldo a base de molondrones y hojas de yautía coco. El fungí, preparado con agua de molondrón y harina de trigo, es uno de los manjares más representativos de la comida cocola. “Es uno de los platos más saludables del mundo”, expresa Dunker.
Otro de los platos emblemáticos de este pueblo es el pastel en hoja, preparado a base de víveres y carnes y que, si bien se puede encontrar en otras provincias, en esta ciudad tiene su estampa, como LISTÍN DIARIO pudo comprobar en Amable Pasteles en Hojas.
Fuente: Floranyi Jáquez / Clara Robles / Listin Diario