“Hagamos de nuestras manos una sola mano. Hagamos de nuestros corazones un solo corazón. Hagamos de nuestros juramentos el último juramento. Sólo la muerte nos separará”.
West Side Story.
En el matrimonio sólo hay límites en cuanto al pecado. Mat. 19:4-6, “Los dos serán una sola carne, por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne”.
Hay un deseo legítimo puesto por Dios en el corazón de cada una de nosotras que somos esposas, y que es conforme a la voluntad de Dios. Y es que nuestros esposos no nos griten, nos maltraten, nos abusen física, verbal y emocionalmente, que no nos sean infieles.
Por el contrario, deseamos que nos traten con afecto y aprecio, que nos valoren y dignifiquen, que nos defiendan cuando alguien nos calumnia o nos maltrata, aun de nuestros hijos, que nos valore y nos proteja. Esperamos que provea para nosotras, que sean nuestros líderes espirituales, que no se divorcien de nosotras, que no nos abandonen, que no se aíren con nosotras (Leer 1Ped. 3:7; Prov.5:16).
Pero por la caída del hombre y la entrada del pecado en el mundo, vemos tanta destrucción en matrimonios. El mundo nos dice que debemos poner límites a estos pecados o consecuencias que se han manifestado en este mundo, y con justa razón, pues Dios puso en nosotros el sentido de justicia.
Se ha promovido una filosofía de límites, pero se ha llevado este sentido de protección y justicia mucho más lejos de lo que realmente significa, por ello lo debemos analizar de una manera bíblica.
¿Cuáles textos nos hablan de límites?
“Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios. ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre” (1Cor.11).
¿Qué es un límite?
Es una división que marca una separación entre dos territorios, en este caso dos cónyuges. La Biblia habla mucho de límites en naciones, pueblos, propiedades. Hay una diferencia entre los límites en el matrimonio secular y los límites en el matrimonio cristiano.
Los límites en el mundo sin Cristo dicen: “busquemos los límites que pondremos en nuestra relación”, cuando debemos preguntarnos “cuáles son los límites que pone Dios”. Los límites en la Palabra no son “dormiremos en habitaciones separadas, no voy a hablarle, hasta que me pida perdón”. Estos límites son puestos por egoísmo, Cristo nos dice en La Palabra, “el amor no paga mal por mal, no hace nada indebido, no busca su revancha propia o venganza, no busca castigar al otro” (Parafr. 1Cor. 13)
El matrimonio es un fundirse excepto en el pecado:
“Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido” (1Cor.7:3-5)
Límites modernos
Estamos en una época en la que mencionar la palabra “límites” es muy popular en nuestro vocabulario diario. Es un tema que arrastra a confusión a muchas personas, en especial a los matrimonios.
El recomendar que te separes, no da lugar a que todos somos pecadores, que fallamos y que debemos cambiar de mente y camino. No llama al pecado por su nombre. Hablamos de límites con nuestro cónyuge, con la familia, límites con los hijos, con los amigos, límites en el trabajo sin tomar al Señor y Su Palabra en cuenta.
Los límites mundanos, están relacionados con la independencia, conservar nuestra autoestima y nuestra dignidad, con no anular nuestra libertad y creo esto es cierto, pero la Palabra de Dios lo plantea de manera diferente. Toda dignidad, autoestima, libertad proviene del Padre, en Jesús somos Dignos mediante su sacrificio, tenemos Su identidad, somos amadas, perdonadas, lavadas en su sangre, somos sus hijas, y somos libres porque conocemos la verdad, conocemos lo eterno, lo temporal, lo pasajero.
¿Qué son límites bíblicos?
Criterios propios que son inviolables o innegociables. La Palabra de Dios es que nos dicta los criterios. Nuestros criterios individuales son cambiantes, son subjetivos, son relativos. La Biblia nos habla de nuestra identidad, y nuestra dignidad es dada por Dios y nadie nos la puede quitar. La Biblia promueve la humildad, el ir la milla extra, el sufrir por nuestros enemigos y ¿por qué no? sufrir por nuestro cónyuge que es una carne conmigo.
¿Cómo coordino los límites con la Palabra de Dios?
La Palabra habla mucho de poner límite, freno y matar el pecado; límites al necio, a las malas conversaciones, a las malas compañías; estos son límites reales.
“En el matrimonio uno más uno no es igual a dos, sino igual a uno, no vemos una división, el matrimonio es dejar padre y madre, física, emocional y económicamente. El matrimonio es unirse, física, emocional y espiritualmente. El matrimonio es fundirse, se funden o entremezclan los cuerpos, los bolsillos, los deseos, las aspiraciones, las metas, los propósitos y llamados” Luis Mendez. (Leer Mat. 19:4-6)
Debemos conversar como matrimonio, comunicarnos sobre nuestros gustos, nuestras personalidades, nuestras fortalezas y dones dados por Dios. Debemos ser sinceros sobre qué cosas son bíblicas y cuáles no, así como cuales son áreas grises y buscar un tercero con quien vamos a conversarlas, a quien vamos a preguntar y llegar a un acuerdo. (Leer Gen. 2: 24).
FUNDIRSE es un misterio, es ser una sola carne.
ALGUNOS LIMITES BÍBLICOS:
Hay límites en el matrimonio dictados por mandamientos expresos en la Palabra de Dios, Ej. negativo fue: Jezabel y Acab.
1 Reyes 21:5
Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no comes?
1 Reyes 21:7
Su mujer Jezabel le dijo: ¿No reinas ahora sobre Israel? Levántate, come, y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.
8 Y ella ESCRIBIÓ cartas en nombre de Acab, las SELLÓ con su (el sello del rey) sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot.
1.Debo agradar en todo al Señor con mi cónyuge excepto en lo que sea pecado:
“Ninguna sumisión de una esposa a esposo es absoluta. El esposo no reemplaza a Cristo como suprema autoridad. No debemos permitir nuestros esposos nos lideren a pecar. No robarás con tu marido, no te emborracharas con el, no veras pornografia con el, ni haras planes de engano con el.” (John Piper)
Hechos 5:29
Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.
2.DIOS ES PRIMERO, NUESTRO CÓNYUGE ES SEGUNDO. Cuidemos de idolatrar a nuestro cónyuge.
3.El vestir de forma inmodesta por petición de tu esposo, es pecado, debemos poner un límite, no es buena la excusa de lo hago porque mi esposo le gusta. Prov.5:17
Sean para ti solo,
y no para los extraños contigo.
Y agradar a Dios. 1 Ped.. Nos manda a ganar a nuestros esposos por la conducta casta y respetuosa, no con vestidos, ropa o joyas….
4.El congregarnos con el pueblo de Dios, y la negativa de nuestro cónyuge. No debemos consentir. Hebreos 10:25
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
5.El abuso físico, verbal y emocional. Dios es nuestro protector, defensor, también Dios ha puesto a la iglesia local donde te congregas a nuestros pastores y líderes como nuestra autoridad y están sobre nosotros para ayudarnos y protegernos. No estas sola, si necesitas un hombre o varios para defenderte y hable a otro hombre ;
19 Porque vosotros, siendo tan sabios, con gusto toleran a los insensatos. 20 Pues toleran si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno se aprovecha de vosotros, si alguno se exalta a sí mismo, si alguno os golpea en el rostro. 2COR. 11:19,20 Dios es nuestro protector, también nuestros pastores y líderes son nuestra autoridad y están sobre nosotros para protegernos. Algunas veces habrá disciplina eclesiástica, y recomendación de nuestros líderes a tiempos de límite físico, para ordenar la unión.
LA PRIVACIDAD DE LOS APARATOS ELECTRÓNICOS, Celulares, computadoras, etc. No debemos confundir Las claves, los celulares y las computadoras como privacidad, es un área donde el compartir nos, sirven de protección, de rendición de cuentas y de cuido de nuestras almas. Hay secretos que nos pueden hundir y llevarnos a la ruina espiritual. Confesaos vuestros pecados los unos a los otros para que seáis sanados.
La falta de sinceridad y las mentiras hieren y destruyen la confianza, en cuanto a las finanzas, deudas, compras, a los gastos, los amigos, etc.
La infidelidad es reconciliable, Dios no quiere eldivorcio..Diosama la reconciliación y el perdón Malaquías 2:16
Porque yo detesto el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel
LÍMITES confundidos con IDOLATRÍAS: En una persona soltera, si Dios o Jesús no es primero. Si una persona, no se siente capaz de terminar la relación y emprender otro camino, está idolatrando a este ser, que es primero en su vida.
Prefieren el sufrimiento diario al dolor de la pérdida para siempre.
Idolatría: Cuidado con Contemplar a su pareja como una necesidad vital, como el alimento o el descanso, y por lo tanto el desapego se hace imposible. El miedo a perder a su «ser amado» es tan grande para algunas personas que son capaces de aguantar comportamientos como el pecado de la mentira, el maltrato o la anulación con tal de mantener la relación. Para esto es vital e importantísimo, estar bajo autoridades eclesiásticas, pastores y lideres, y si amas y quieres ayudar a tu esposo, debes buscar supervisión, ayuda sin temor, para que tengas protección y a la vez, estos pastores y líderes, puedan ir a razonar con tu esposo PERSUADIRLO, vuelva en sí y pueda recibir la ayuda que tanto necesita.
Para las jovencitas o adolescentes: Cuando alguien no sabe decir No, debe aprender con el Evangelio y la Palabra, a negarse a la presión de grupo de amigos, y tener convicción en sus posiciones cristianas. Poder discernir y diferenciar, en sabiduría, entre amigos y probables y futuros cónyuges esto agrada a Dios.
La amistad, la comunicación, franca y sin temor es indispensable, para conversar y expresar las cosas que nos disgustan, bromas, etc
3 Y se acercaron a Él algunos fariseos para probarle, diciendo: ¿Es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo? 4-5 Y respondiendo Jesús, dijo: SERÁN UNA SOLA CARNE
Hasta que la muerte los separe.
Fuente:SoldadodeJesucristo