De discutir, vas a discutir…pero al menos ya vas a saber cómo hacerlo bien.
A todas nos pasa que discutimos de vez en cuando o de cuando en vez con nuestra pareja. Aún así, solemos percibir las discusiones como algo negativo y no nos damos cuenta de que el verdadero problema está en el cómo lo hacemos. Pues en realidad, discutir con tu pareja puede pasar de ser algo que nos hace sentir mal a algo que puede enriquecer la relación si logramos convertirlo en una herramienta positiva. ¿Quieres saber cómo?
Empecemos por distinguir entre discutir y pelear, porque a veces mezclamos los términos. Una cosa es discutir o una conversación entre dos o más personas en las que los participantes tienen puntos de vista diferentes o contrapuestos y otra es pelear (a nivel de conversación), que implica enfadarse con alguien con quien no estás de acuerdo. ¿Ves la diferencia?
Y como en la vida (más en la pareja) van a darse muchas situaciones y eventos estresantes, dramitas y verdaderos dramas, es imposible pretender evitarlos por completo, pero lo que sí podemos hacer es prepararnos para afrontarlos sin que destruyan nuestra relación y que por lo contrario la haga más fuerte y estable y a ti (y a tu pareja) más felices.
Así que si lo que buscas es aprender a tener una buena comunicación, especialmente en momentos conflictivos con tu pareja, ten en cuenta las pautas para discutir en positivo.
1- Controla tu estado emocional antes de la discusión
Por mucho que sea justo en ese momento, en ese preciso momento que quieres expresarle a tu pareja todo lo que sientes, lo mejor es no entrar a discutir en un estado explosivo. Si los dos parten de la calma será más fácil controlar el tema.
2- Respeta los turnos para hablar
A veces sentimos tantas ganas de exponer nuestro punto de vista en las discusiones que olvidamos un factor clave: para llegar a un acuerdo hacen falta dos.
3- Escucha
Porque no es lo mismo escuchar que oír. Si eres de las que no escucha para entender sino para responder y cuando discutes terminas convirtiéndolo en un monólogo, mejor hazlo sola en el baño mirándote en el espejo, así al menos sacarás algo producitvo, como depilarte las cejas en el proceso, porque a tu relación no le servirá de nada.
4- Hablar de cómo nos hace sentir evitando el “pero es que que tú..”
Cuando nuestra pareja nos expone cómo lo hicimos sentir o nos reprocha algo que hicimos, la clave está en evitar el famoso contrataque de “pero es que tú” pues al final terminan los dos a la defensiva. Opta mejor por la empatía, ya habrá momento para explicar lo demás.
5- Sabes cuando parar
El perdón y la disculpa son los ingredientes clave a la hora de discutir en positivo. De nada sirve discutir si al final no se genera una disculpa (que algunos casos puede venir de ambos) y por lo tanto ser capaz de perdonar.
6- Tener a la mano una bandera blanca
Aunque digamos que se puede discutir en positivo, la experiencia en general no tiende a ser del todo agradable, menos cuando comienzan a volverse agotadoras e inconcluyentes. En estos casos quizá lo más saludable es hacer una pausa para despejarse y luego retomar el tema partiendo por la primera pauta de este listado: en un estado emocional controlado.
7- Evitar enganchar discusiones
Cuando empezamos a discutir por un tema y lo conectamos con otro, y otro, es cuando enganchamos discusiones. Al final estas discusiones terminan retomando temas que ambos habrían creído haber enterrado. Así que si realmente quieres solucionar un tema lo mejor es concentrarte en él única y exclusivamente.
8- Ante todo el respeto
Da igual lo brava que estés (o esté él), el respeto debe mantenerse a lo largo de toda la discusión. Aunque a todos nos pasa que en el calor del momento decimos cosas que en realidad no sentimos (o al menos no de esa manera), y decimos cosas hirientes, existe una fina línea entre el respeto y la falta de. A parte de que no ayudan en absoluto a la resolución, pueden llegar a causar estragos en el futuro…y terminan saliendo en la próxima discusión (vuelve a leer el punto 7).
9- El beneficio de la duda los puede beneficiar a los dos
Aunque en medio de una discusión es difícil verlo, lo cierto es que tu pareja seguramente no lo hizo/dijo con malas intenciones. Esto es como en las películas, eres inocente hasta que se compruebe lo contrario.
10- No declares la guerra
¡No olvides que el objetivo final es llegar a un acuerdo!, pues es algo que tendemos a perder de vista cuando discutimos. La idea no es ganar, sino resolver. Y si te empeñas tanto por ganar batallas individuales, al final podrás perder la guerra, o mejor dicho, tu relación.
De discutir, vamos a discutir, pero al menos ya sabes cómo hacerlo bien.
Fuente: Fucsia