A partir de la entrada en cuarentena, la vida de los dominicanos cambió, al igual que el mundo. Y nosotros no fuimos excluidos de esta tan inesperada situación que al día de hoy nos mantiene en un distanciamiento físico y con una realidad nueva que ha irrumpido en nuestra cotidianidad, obligándonos a transformar nuestra vida.
Hemos pasado de ser individuos independientes a ser personas controladas por un algo que solo sabemos que nos puede llevar a la muerte. Ante esta situación, confinados a estar en la casa y vernos las 24 horas del día, tratamos de ser creativos y reinventarnos cada momento, para no caer en el agobio y la desesperanza de no poder regresar a nuestra vida de antes.
Pero el regreso a cotidianidad después de estos días o meses de aislamiento, ¿cómo nos la imaginamos? Pensamos que nos integraremos sin ningún rastro de esos momentos de soledad recién dejado en nuestra casa, que al ver a nuestros colegas y amigos lo abrazaremos y besaremos como solíamos hacerlo. Pensarlo nos provoca la sensación de creer que hace mucho tiempo que no abrazamos y damos la mano a nuestros compañeros; sin embargo, hace solo unos meses o quizás días de esto.
Reintegrarnos nos costará un gran esfuerzo, estaremos perdidos, nos sentiremos amenazados por el ambiente, por los que no llevan mascarillas, guantes, estaremos alerta de quien viene detrás nuestro, y cuidar la distancia, quedaremos traumatizados por ese encierro, por la incertidumbre, pues no tenemos protección alguna, más que la de tener cuidado y seguir la distancia social.
Debemos aceptar la situación
Ya habrá nuevos saludos, los encuentros sociales serán diferentes, pero de igual manera se irán incorporando en nuestra vida, puesto que el ser humano necesita relacionarse y estar con los demás. Al principio no será fácil, los eventos sociales serán con grupos muy limitados guardando el distanciamiento físico.
Será un proceso de desaprender para aprender comportamientos nuevos e iremos incorporándolos en nuestra cotidianidad. Nos dolerá, nuestros paradigmas sociales cambiarán, nuestros cerebros estarán confundidos y algunos se resistirán a este novedoso estilo de vida.
Nosotros los seres humanos tenemos la capacidad de ir adaptándonos, algunos a pasos más lentos que otros, pero la evolución y transformación de vida es un proceso que debemos ir aceptando.
Fuente: LISTIN DIARIO