Relájese y analice ciertos aspectos antes de salir corriendo al médico.
El estrés crónico provocado por el temor al contagio con el coronavirus, así como el aislamiento y la angustia asociados con la pandemia, desencadenan síntomas como insomnio, cefaleas, estados de agitación, nerviosismo, hipertensión y sinusitis, explica el neurólogo e investigador dominicano José Silié Ruiz.
Ese dolor de cabeza, el más común, se llama cefalea tensional.
Es un dolor de cabeza de leve a moderado “que a menudo da la sensación de tener una banda ajustada alrededor dela cabeza, como si fuera una corona que aprieta en el cráneo, con frecuencia acompañados de dolores en la nuca y algunos dolores musculares migratorios”, comenta Silié.
El polvo del Sahara, el aumento de los procesos de alergia visual y sinusitis acompañados de cefaleas provocan que, en estos casos, el dolor de cabeza sea frontal. Pero un dolor de cabeza leve o migrañoso, una expresión de su migraña que no cambie su patrón de presentación, no debe producir alarma alguna, sostiene el doctor.
Por ejemplo, dice el expresidente de la Sociedad Dominicana de Neurología, el abuso visual (ahora dedicamos más tiempo a la lectura, la televisión y el móvil) puede ser un factor desencadenante de cefalea benigna que responda a tratamientos simples, analgésicos comunes y al adecuado descanso.
“De modo natural, cuando sentimos un simple dolor de cabeza pensamos en la pandemia y nos angustiamos, una cefalea simple no tiene relación alguna con ningún virus”.
Dado que el 90 % de las enfermedades del organismo pueden expresarse en algún momento con cefaleas, Silié le recomienda hablar con su médico “antes de salir corriendo a hacerse la prueba del Covid-19”.
¿Cuándo asustarse?
Ahora, la cefalea sí puede ser un “llamado de alerta” de una enfermedad en particular, sostiene el neurólogo.
En el caso “de que sea severa o que haya un cambio brusco en el patrón de presentación en intensidad y duración y que no responda a la analgesia común (solo usar acetaminofén) y se acompañe de otros síntomas como la pérdida del olfato (anosmia) o la pérdida del gusto (ageusia) o haya un dolor severo al tragar (odinofagia), entonces sí busque ayuda de inmediato, máxime si se acompaña de otros síntomas como fiebre elevada, dolores musculares severos, dificultad respiratoria, etcétera”.
Silié agrega que una hipertensión, un derrame cerebral, toxoplasmosis, hidrocefalia, cisticercosis y defectos visuales son algunas de las condiciones médicas que pueden producir cefaleas dolorosas.
“Todo dolor de cabeza que persista, que cambien de presentación como en los casos de los migrañosos o que se acompañe de visión borrosa, vómitos frecuentes, calambres migratorios (parestesias), debilidad de un miembro sea brazo o pierna, o que no ceda a la analgesia adecuada, debe ser evaluado con prontitud”, señala el autor de las obras Alzheimer y demencias: enfoque actual y Su cerebro y usted.
Si el dolor es constante, luego de una evaluación detallada -continúa Silié- se harán pruebas que van desde la tomografía hasta la resonancia magnética y, por supuesto, la PCR, esta última para descartar o comprobar la existencia de coronavirus.
Recomendaciones del doctor Silié:
1. No atiborrarse de calmantes sin prescripción médica, ni alarmarse sin razón.
2. No descuidarse y minimizar las cefaleas: pueden ser nada o el aviso de algo muy importante.
3. No usar remedios caseros: lo que hacen es retardar la oportuna ayuda profesional.
4. Buscar ayuda de inmediato por las personas calificadas para manejar las cefaleas.
Fuente: YANIRIS LOPEZ