Cuando hablamos de la enfermedad renal crónica nos referimos a la pérdida gradual de la función de los riñones, una condición irreversible cuyas causas principales son la diabetes y la hipertensión.
Domingo Martínez Charles, nefrólogo e internista, conversa sobre cómo se sobrelleva una gestación de manera saludable si la mujer tiene enfermedad renal crónica u otra afección en los riñones.
Lo primero que nos preguntamos es si una mujer que tenga esta condición de salud debe o puede salir embarazada. Para el doctor Martínez no es una contraindicación absoluta, pero sí es importante que la mujer conozca su función renal antes de planificar un embarazo y, en el caso de que ya tenga alguna condición especial, consultar a su nefrólogo para poder llevarlo a cabo con éxito.
“Aunque la frecuencia de nacidos vivos ahora supera el 90 por ciento en estas mujeres, los riesgos de parto prematuro, mortalidad perinatal y preeclampsia son significativamente elevados, Iniciar un embarazo con un valor de creatinina sérica superior a 2,0 mg / dl conlleva un alto riesgo (> 30%) de deterioro acelerado de la función renal durante y después del embarazo. Y con valores superiores a 2,5 mg / dL, más del 70% experimentan un parto prematuro y más del 40 por ciento experimenta preeclampsia”, explica Martínez Charles.
¿Cómo debe ser entonces manejado su proceso de embarazo?
Según el especialista, el tratamiento siempre va a depender de la etapa de que se encuentre el embarazo, pero los objetivos siempre son preservar la función renal materna durante y después del embarazo y maximizar la probabilidad de un parto a término, o casi a término, exitoso para el feto.
En cuanto al tratamiento de hemodiálisis, el doctor Martínez explica: “Una mujer que se dializa no debería salir embarazada, aunque sí existe la posibilidad de que suceda; pero esto implica un alto riesgo sobre todo para el feto. Aún así hay porcentaje de aproximadamente 7 por ciento de mujeres en la República Dominicana que ha salido embarazada aún en medio de este tratamiento”.
Un artículo publicado en 2012 en la revista de la Sociedad de Nefrología de España, indica que los embarazos en pacientes en diálisis son poco frecuentes y difíciles de estudiar.
“Afortunadamente, el porcentaje de gestaciones con éxito es cada vez mayor, pero existe un aumento de la morbimortalidad materno-fetal muy alta en comparación con la población normal. Para lograr que la gestación sea exitosa, se necesita el trabajo conjunto de nefrólogos, ginecólogos, enfermería nefrológica y un nutricionista”, se explica en el texto.
¿Y qué hacer si ya conoce sobre su enfermedad renal y quiere salir embarazada?
Definitivamente la monitorización de la función renal en diferentes etapas del embarazo es el paso más importante.
“Afortunadamente, hay buena evidencia que sugiere que las mujeres con enfermedad renal subyacente, como la insuficiencia renal leve, presión arterial normal y sin proteinuria, tienen buenos resultados maternos y fetales, con poco riesgo de progresión acelerada hacia la enfermedad renal terminal”, explica el doctor.
Sin embargo, en el caso de las mujeres con enfermedad renal crónica en etapa 1 tienen un mayor riesgo de cesárea, parto prematuro y la necesidad de cuidados intensivos neonatales, en comparación con los embarazos de control de bajo riesgo.
Cuidados de los riñones en una mujer embarazada
Las infecciones de vías urinarias son muy comunes entre las mujeres en estado de gestación, y esto se debe, según aclara el doctor Domingo Martínez, a que durante el embarazo se producen cambios funcionales y estructurales que ayudan a que se presenten de manera más frecuente estas infecciones.
Regularmente se presentan en un 15 por ciento de forma asintomática, teniendo un impacto negativo tanto para la madre como para el bebé. La pielonefritis -infección de la uretra que afecta también a los riñones de manera más o menos grave- es una de la complicaciones más severas durante el embarazo, y parto prematuro, rotura de membrana y contracciones prematuras son riesgo de la gestación en esta condición.
Por otro lado, estas infecciones urinarias las puede tratar casi cualquier especialista médico, pero un nefrólogo es clave a la hora de ahondar en la patología de la enfermedad y el sistema genito-urinario.
Prevención.
Algunos aspectos son fundamentales para mantener los riñones saludables, sobre todo en el embarazo: control estricto de la presión arterial, conocer en cada examen de orina si hay presencia de proteína en orina, mantener un peso adecuado, mantener un buena ingesta de agua, evitando la automedicación, y no fumar.
Fuente: Deidamia Galán