Hace 20 años se estrenó en el cine el último gran musical considerado un clásico del cine. Hablamos, por supuesto, de Moulin Rouge, una película del australiano Baz Lurhmann que resucitó del olvido un género que durante décadas había entrado en decadencia. De hecho, para muchos su único contacto con este tipo de filmes en la gran pantalla eran las películas animadas de Disney. El resto del público, simplemente, prefería ignorar aquellos títulos en los que sus protagonistas cantaran sin motivo aparente.
ero todo cambió aquel 2 de junio de 2001 cuando se estrenó en el festival de Cannes esta superproducción barroca en fondo y forma que, tirando de grandes éxitos del pop y el rock, e incluyendo algunos temas originales, convertía a La traviata de Verdi en un delirio apto para las nuevas generaciones que acudieron en masa a las salas para emocionarse con la trágica historia de amor de Satine y Christian.
Un hito que no habría sido posible sin la participación en el filme de dos estrellas de la época como Nicole Kidman y Ewan McGregor, que se lanzaron con los ojos cerrados a un proyecto que podría haber acabado para siempre con sus carreras (a principios de los 2000 un sonado fracaso en taquilla podía mandarte al paro para siempre); pero que acabó siendo uno de los primeros grandes éxitos cinematográficos del recién estrenado siglo XXI.
Con razón hoy Nicole Kidman ha querido acordarse de esta cinta que, pese a que con el tiempo ha encontrado muchos detractores, sigue siendo objeto de culto para millones de personas. Para ella la primera si hacemos caso del cariño con el que habla de la película en su última y emotiva publicación en Instagram, donde comparte varias fotos de la época en compañía de McGregor.
Estos son algunos de mis recuerdo favoritos de Moulin Rouge, cuyo 20 aniversario es mañana”, escribe la actriz que, como curiosidad, tuvo que grabar algunas escenas de la cinta en Madrid porque había que repetirlas meses después de acabar el rodaje y ella estaba ya trabajando en Los otros, de Alejandro Amenábar.
“Lo más importante en la vida es simplemente amar y ser amado a cambio”, concluye recordando una de las frases que se dicen en el filme. Algo en lo que están de acuerdo compañeras y amigas como Kylie Minogue, que también hace un cameo en la película como Hada Verde y que describe a Kidman como “un icono” en los comentarios.
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