Las buenas costumbres van corriendo a través de los años… ¡se heredan! Y así ha sido el caso de Esperanza del Prado de Ruiz y sus hijas Massiel y Giselle Ruiz del Prado, quienes encabezan el restaurante La Trufa.
El sazón de generaciones, ¿cómo inició la historia? Sí, según cuenta Massiel, su madre Esperanza hace más de 30 años se dedica al negocio de comida empresarial y catering, complaciendo paladares durante todos estos años, pero por razones de salud decidió dedicarse al despacho por pedidos.
“Mi hermana Giselle es hotelera y vivió por más de 10 años en Palma de Mallorca encargada de alimentos y bebidas de hoteles internacionales, después de un tiempo y mucha experiencia adquirida, decide regresar, y ahí decidimos reactivar la herencia de nuestra madre y reabrir el negocio al público”, asegura Massiel.
Corre por las venas
La cocina es parte fundamental de esta familia. Y ha sido doña Esperanza quien les ha enseñado que con pocos ingredientes se pueden lograr buenos platos. Es ella misma la que les ha inculcado que “la cocina es pasión y es con algo que se nace, amar lo que hacemos y, sobre todo y lo más importante, disfrutarlo”, expresa Giselle.
Un disfrute que desde pequeñas estuvo presente en estas hijas y quienes a muy corta edad siempre ayudaban a su madre con los despachos en la cocina y a lo largo de los años, el amor triunfó y por esto decidieron emprender.
Pero, ¿de qué se encarga cada una? Gisselle (también ha trabajado en cadenas hoteleras, en Cancún México) se encarga de la cocina, de innovar platos nuevos; es la encargada de todo lo que se refiere a alimentos y bebidas del negocio. Massiel (ingeniera industrial de profesión) es la que maneja la parte administrativa y relaciones públicas con los clientes.
Esta fusión de ambas, más los “trucos” de su madre, han dado un resultado exquisito: comida casera, pero con el toque gourmet, con los más altos estándares de calidad. En la trufa puedes encontrar desde un plato del día, como opciones saludables, postres, congelados para llevar, picaderas, es un lugar en el puedes resolver todos tus antojos en un solo sitio.
¿Cuál es la enseñanza más grande les ha dejado su madre?
“El trabajo duro tiene sus frutos, nos ha enseñado que con esfuerzo los sueños se logran, ella siempre ha sido una mujer muy trabajadora y esto lo hemos heredado de ella, Dios premia a los de trabajo duro y todo lo que tenemos y hemos aprendido se lo debemos a ella”, dicen ambas hijas sobre el amor invaluable a su progenitora.
Carmelsy Confesor