Los dolores cervicales son una experiencia sensitiva y emocional desagradable que puede estar relacionada a una lesión de las estructuras de la columna cervical.
¿Qué hacer para aminorar el dolor? La principal recomendación es la de guardar reposo. También se recomienda aplicar frío/calor local y realizar ejercicios de estiramientos y cambios posturales. Si no fuera suficiente, requerirá antiinflamatorios y relajantes musculares, fisioterapia o infiltraciones.
Hay síntomas de alarma que obligan a consultar con el médico especialista porque pueden reflejar otras patologías asociadas, como puede ser: fiebre, pérdida de peso inexplicable, comienzo súbito del dolor, debilidad o pérdida de sensibilidad, alteración en control de esfínteres, cefalea súbita de gran intensidad o dolor nocturno.
La causa más común de dolor cervical agudo es la sobrecarga mecánica o distención de la musculatura, ligamentos y tendones. Mecanismos frecuentes son las malas posturas, posiciones incorrectas durante el sueño, movimientos repetitivos o traumatismos. Estas lesiones habitualmente mejoran dentro de las dos primeras semanas.
Gran parte de los dolores se pueden manejar con tratamiento no quirúrgico. Se recomienda trabajar en el autocuidado, lo que conlleva evitar las malas posturas y actividades que generen sobrecarga muscular por períodos prolongados, aplicar frio/calor y realizar estiramientos suaves.