La caída del cabello es un problema por el que varias personas atraviesan, y suele ocurrir por diversas causas, relacionadas a la edad, la alimentación, falta de nutrientes o épocas del año. A su vez, el cabello que se encuentra dañado y que recibe una baja nutrición o pocos cuidados, se encuentra más expuesto a su quiebre y caída.
El estrés es uno de los factores que acelera e incrementa la caída del pelo, ya que tiene acción sobre ciertas hormonas, como el cortisol, la cual está relacionada directamente con la pérdida de cabello. Por este motivo, bajar los niveles de ansiedad y controlar este estado de ánimo, resulta fundamental para frenar la debilitación del pelo.
Uno de los remedios caseros por excelencia para evitar este tipo de problemas es el té verde. Gracias a su alto potencial en antioxidantes, ayuda a favorecer el crecimiento del cabello y lo fortalece. Por otro lado, el aceite de almendras es muy beneficioso contra la caída del pelo, ya que estimula el crecimiento y beneficia la apariencia del resto del cabello.
El aceite de oliva también es un gran aliado para frenar la caída del pelo, ya que favorece su nutrición desde la raíz y vuelve al pelo más fuerte y brilloso. Los vegetales, como la cebolla, son ideales para contrarrestar este afección, debido a que actúan directamente en la circulación de los folículos pilosos, y de esta manera, favorece el crecimiento sano y fuerte del pelo.