A la hora de hablar de los órganos del cuerpo, el hígado cumple varias funciones esenciales y tiene procesos de gran complejidad. Entre otras cosas, purifica la sangre eliminando toxinas, facilitar la absorción de determinados nutrientes o fabricar bilis, sustancia que sirve para facilitar la digestión de las grasas.
Purificar el hígado reduce el riesgo de enfermedades hepáticas y cáncer, eleva los niveles de enzimas antioxidantes y ofrece protección contra toxinas dañinas. Toma nota de estos consejos para mantenerlo en condiciones óptimas y depurarlo.
Evita el exceso de bebidas alcohólicas, principales factores de riesgo para el hígado.
Elimina el tabaco, ya que el consumo de esta toxicidad puede alterar a la larga las células hepáticas.
Adopta una dieta saludable y busca una rutina de ejercicio regular.
Algunos productos de limpieza, productos en aerosol e insecticidas contienen sustancias químicas que pueden dañar el hígado. Evita la exposición directa.
Incluye alimentos como el ajo, que activa las enzimas hepáticas y favorece la eliminación de toxinas. Incorpora vegetales crucíferos como la coliflor y el brócoli son ricos en clorofila y contienen glucosinato, un compuesto natural que produce enzimas capaces de eliminar toxinas y metales pesados.
También puedes tomar té verde, que contiene catequina. La cúrcuma incrementa la producción de bilis y favorece la digestión. Los cítricos en general ayudan a eliminar agentes tóxicos, por ejemplo los pomelos, limas y limones, incluso consumidos en cantidades reducidas, ejercen un profundo efecto de limpieza en el entorno hepático.