A estas alturas ya está claro que el acné no es un padecimiento que afecta unicamente a los adolescentes. En promedio, un 30 por ciento de los adultos jóvenes tiene acné. Muchas personas incluso lo desarrollaron con el uso de los tapabocas durante estos últimos años.
Hay dos categorías a la hora de hablar del acné: el inflamatorio y el no inflamatorio. En el inflamatorio hay lesiones de color rojizo como las pápulas, pústulas y quistes. En el segundo, lo que se destaca es la queratinización, que es cuando se ve el punto negro o quiste abierto y los microquistes.
Son muchos los factores: hay componentes genéticos, las bacterias del ambiente, el estrés, factores hormonales y la dieta que lleves. Aquí te damos algunos consejos para evitarlo.
Cómo evitar el acné
Estrés: prueba con meditación, ejercicios de relajación o una buena rutina de ejercicios. El estrés puede provocar cambios hormonales que, en este caso, desencadenarían en brotes.
Alimentación: presta atención a tu dieta y reduce las grasas saturadas, alimentos procesados y azúcares refinados. También el chocolate o las bebidas con cafeína y embutidos pueden provocar acné. Esto no quiere decir que los elimines completamente, sino que moderes su consumo y priorices una alimentación saludable y rica en nutrientes.
Limpieza: deberás lavarte el rostro todas las mañanas y todas las noches. Esto es para eliminar todo tipo de restos de suciedad, sebo y sudor.
Hidratación: escoge una crema hidratante con propiedades antiinflamatorias, calmantes y bactericidas. Será ideal para tratar el acné y mantener tu piel saludable.
Presta atención a los cosméticos: no uses cualquier tipo de producto. Deberás priorizar los que mejor vayan con tu tipo de fiel, con preferencia por los que sean oil free y no comedogénicos.
Consulta al dermatólogo: deberías ir al dermatólogo al menos una vez al año para que te aconseje y recomiende los mejores tratamientos para tu piel.