Tras una infidelidad, la pareja que busca reconciliarse debe aprovechar las circunstancias para construir una mejor relación, opinó el terapeuta sexual y de pareja Jorge Suárez durante un encuentro virtual con la psicóloga Kathya Flores.
“La infidelidad debería servir como una base para construir algo mejor”, afirmó desde Colorado (Estados Unidos) el coautor del libro Sexo divino durante el encuentro “La infidelidad ¿se cura?”, transmitido en vivo en dos entregas a través de la cuenta de Instagram de la psicóloga.
Suárez dijo que la infidelidad no constituye, necesariamente, el fin de una relación. En ocasiones, aseguró el fundador del Centro de Consejería Internacional, “es el mejor punto (para) abrazarse el uno al otro, entender sus debilidades y sumarse a la solución”.
Pero solo lo lograrán el hombre y la mujer que aprendan a perdonar y que eviten iniciar una guerra que no les permita entender cómo y por qué llegaron a ese punto.
“La relación que no entiende el poder del perdón está desaprovechando oportunidades hermosas de crecer”, sentenció Suárez, a lo que Flores, directora del Centro Terapéutico KFA, añadió: “Sin perdón no hay sanación”.
“Dios siempre puede sacar lo precioso de lo vil”, indicó la psicóloga y neurocoach, quien consideró que en ocasiones el ser humano —o, en este caso, la pareja— necesita tocar fondo para hacer reestructuraciones en su vida.
El proceso de sanación tras una infidelidad se compone de tres elementos básicos: establecimiento de límites hacia afuera, fortalecimiento de la compenetración hacia dentro y la reparación del daño.
La confianza es lo primero que se quiebra y que, por tanto, necesita recobrarse luego de una traición (etimológicamente, la palabra fiel procede del vocablo latino fidelis, que significa ‘fe’).
“Para restablecer la confianza tras una infidelidad, hay una parte que perdona, pero la otra tiene que trabajar para recuperar esa confianza porque arrepentimiento significa cambio de vida”, expuso Flores.
En la terapia se necesita abordar también el sentimiento de culpa y vergüenza porque este, de acuerdo con Suárez, puede estancar el proceso de restauración en la persona que ha cometido la infidelidad y tiene el sincero deseo de cambiar.
Quien ha sido infiel debe mostrar compresión y paciencia hacia la persona herida, que necesita tiempo para perdonar, dijo Suárez, “y no hay una fórmula, un bosquejo, que te muestre qué tan rápido esa persona va a recuperarse”.
La parte traicionada precisa tiempo para procesar su dolor. Necesita, igualmente, apoyo emocional. No obstante, los terapeutas recomendaron no compartir las interioridades del caso con cualquier persona, ya que no todo el mundo puede y debe participar del proceso de restauración de la relación.
A las parejas que atraviesan una crisis producto de una infidelidad Suárez y Flores las exhortaron a buscar ayuda profesional.
LA INFIDELIDAD PUEDE CONSUMARSE FÍSICAMENTE O NO
Suárez definió la infidelidad como cualquier acto que minimiza o resta valor a la relación de compromiso.
Esta forma de deslealtad, dijo, puede consumarse físicamente o no: “Cuando tú te desconectas emocional, espiritual o sexualmente de esa pareja, ya sea a manera de entretenimiento o de posibilidad, ya tú estás pasando la línea que protege tu relación matrimonial”.
No significa, a decir de los expertos, que una persona comprometida en el plano romántico no tenga la capacidad de apreciar los atributos y cualidades de terceros.
“El tema es cuando tú reconoces a los otros y no a tu pareja”, apuntó Flores.
Si bien el proceso que conduce a la infidelidad suele iniciarse con una atracción, el hecho de sentir afinidad por otro no implica necesariamente que haya engaño.
“Puede haber una conexión porque nos gusta algo en común y coincidimos en un punto (…), hay una afinidad que puede ser inevitable, lo que sí se puede evitar es permitir que esa atracción con alguien que no sea tu cónyuge, tu pareja, entonces le des lugar e invites a otros momentos y comiences a avanzar en conversaciones invasivas que te integren demasiado el corazón o las emociones”, explicó Suárez.
POR QUÉ SON INFIELES LAS PERSONAS
Durante el encuentro virtual, los profesionales citaron algunos de los escenarios en los que surge la infidelidad:
– La falta de límites en la pareja
– Buscar satisfacer fuera lo que no se ha resuelto dentro de la relación
– Patrones adictivos (adicción a la pornografía, al sexo, entre otros)
– La lucha de poder
– La búsqueda de atención
– El despecho (cuando el compañero o compañera ha sido infiel primero)
Durante la pandemia, dijo Flores a Listín Diario, salieron a la luz temas no resueltos o escondidos y las personas estaban más alertas, susceptibles e irritables. “Muchas situaciones se evidenciaron cuando el encerramiento estaba más fuerte por el toque de queda, porque no había escapatoria ni podían evadirse y era más fácil que se evidenciara cualquier conducta”.
PERFIL DE LOS TERAPEUTAS
Jorge Suárez es pastor, terapeuta sexual y de pareja. Fundó el Centro de Consejería Internacional en Colorado Springs. Escribió junto a su esposa, Danisa Suárez, consejera familiar y terapeuta sexual, el libro “Sexo divino”.
Kathya Flores es psicóloga clínica, neurocoach y terapeuta familiar y de pareja. Dirige el Centro Terapéutico KFA. Realiza encuentros virtuales sobre temas de salud mental y emocional cada lunes a las 7:00 de la noche a través de su perfil de Instagram (@kathyafloreskfa).
JACLIN CAMPOS