Las estrías son tan comunes como fastidiosas y, sin importar qué tanto cuides tu piel, parecen ser un mal del que es casi imposible librarse. La razón radica en que estas indeseables marcas pueden tener causas que no se deben a una enfermedad subyacente, sino a situaciones por las que todos pasamos en algún momento de nuestras vidas, como el desarrollo en los adolescentes, el aumento de peso y, en el caso específico de las mujeres, el embarazo.
Un dato importante que debes saber sobre esta afección es que experimentan dos etapas diferentes:
Rojas: Si las tuyas se encuentran en esta fase, te tenemos buenas noticias: estas son las de reciente aparición, por lo que son las de mejor pronostico. Su color rojizo significa que aún hay riego sanguíneo, y según va disminuyendo ese riego, la tonalidad también disminuye. Tienen un tono rojizo, brillante, están sobreelevadas, como inflamadas, y, en ocasiones, llegan acompañadas de hematomas y dilatación de los vasos sanguíneos.
Blancas: Las que ya se han tornado color blanco son las más difíciles de tratar porque han alcanzado la madurez. Lo único que podemos lograr es atenuar la cicatriz. Estas son el resultado de estrías rojas no tratadas a tiempo y se caracterizan por la falta de riego sanguíneo y la disminución de la elasticidad y el colágeno, lo que hace que la piel se deteriore. Se muestran, además, como hundidas, a diferencia de las rojas que se ven en relieve.
De acuerdo con la doctora Tammy Toribio, especialista en medicina estética, la realidad es que no existe un tratamiento específico para evitar su aparición. Sin embargo, expresa que el consumo de suplementos como la vitamina C, vitamina E, vitamina B5, el zinc, el silicio y el cobre han demostrado ayudar a impedir que la piel se agriete, y, por ende, minimizar la posible aparición de las estrías.
La también nutrióloga clínica destaca que, de igual manera, es importante mantener la piel hidratada y una buena alimentación. “Una persona que no lleva una dieta balanceada y equilibrada que pueda llenar todos los requerimientos nutricionales que tiene su organismo, tendrá un sinnúmero de alteraciones cutáneas por su mala alimentación tales como la aparición de estrías”, dice.
Una vez que ya salieron, ¿pueden eliminarse o solo aclararse?
La llegada de la tecnología láser ha ayudado a dar soluciones a problemas estéticos como las estrías. Sin embargo, Toribio aclara que esta novedad solo permite minimizarlas, más no desaparecerlas por completo. Como sabemos que ahora ir a una estética no es una opción, aquí algunos remedios caseros que puedes poner en práctica durante la cuarentena para que cuando todo esto acabe tengas una piel visiblemente más tersa y sana.
Aceite de rosa mosqueta. Aplicar religiosamente unas cuantas gotas de este aceite directamente sobre las estrías puede ayudarte a notar cambios favorables en poco tiempo. La rosa mosqueta también es muy útil para mejorar la apariencia de las cicatrices.
Aceite de almendras dulces. Se trata de un aceite rico en vitamina E que aporta gran elasticidad a nuestra piel, logrando mantenerla joven y flexible. Puedes aplicarlo masajeando la zona en las que se encuentren tus estrías.
Gel de aloe vera. Además de ser utilizado para paliar las quemaduras solares, gracias a sus altos niveles de vitaminas C y E, también es eficaz en el tratamiento de las estrías. Solo será necesario que apliques un poco de este gel sobre las áreas afectadas cada mañana.
Aceite de linaza. Debido a su alto contenido de ácidos grasos omega 3 y su capacidad para ayudar a la piel en la producción de colágeno, puede ser uno de tus mejores aliados contra estas fastidiosas marcas. Ten presente que es necesario mantener este aceite en la nevera.
Aceite de oliva y azúcar. El aceite de oliva es rico en antioxidantes y nutrientes que son efectivos para los trastornos de la piel. Si mezclas este con azúcar, tendrás como resultado un exfoliante natural para disminuir la aparición de las estrías.
Fuente: LAURA ORTIZ / DIARIO LIBRE