¿Por qué te obligas a asumir que tus problemas no tienen solución?
Es realmente sorprendente lo mucho que ha avanzado la sociedad en las últimas décadas, pero es igualmente increíble como a veces nos quedamos anclados en determinados prejuicios. Ejemplo de ello es que sigue siendo muy diferente decir “esta tarde voy al dentista” que decir “esta tarde voy al psiquiatra/psicólogo”. Y aunque la búsqueda más común entre generaciones sea la de la felicidad, pedir una mano o ayuda para conseguirlo sigue siendo tabú.
Por eso, dejemos claros siete beneficios de ir a terapia, y no, no porque estés loca.
Ataja los problemas antes de que no tengan solución
La gran mayoría de nosotras asumimos la necesidad o consideramos la posibilidad de ir al psiquiatra o al psicólogo cuando nos encontramos en medio de un grave problema. Claro, es un patrón que repetimos con prácticamente todos los médicos, ¿no? No vamos hasta que “ya no aguantemos más”. Que bueno sería si fuéramos a nuestras citas de rutina, antes de alcanzar estos extremos. Pues en terapia es lo mismo, pon una cita, así sea solo por prevención.
Duerme mejor
Que levante la mano la que a la hora de dormir no se encuentra batallando con todos sus fantasmas. Déjate de excusas, no sigas pensando “es que a mi siempre me ha costado dormir” ni “seguro a todas nos pasa”. Si el insomnio te amarga la noche (y, sin duda, el día siguiente), lo mejor es buscar causas y soluciones. ¿Donde?, en terapia.
Ve a trabajar con ganas
El mundo laboral es el caldo de cultivo óptimo para los desequilibrios emocionales. El estrés, la autoexigencia, los problemas con los compañeros, los jefes que son una pesadilla… Si cada mañana, cuando suena el despertador, darías cualquier cosa por no ir a trabajar; si la tarde-noche del domingo te parece lo peor porque lo último que quieres es que comience la semana, deja de pensar que a todo el mundo le pasa, busca ayuda y solucionalo.
Estudia sin problemas
Si aún no has entrado al mundo laboral o sencillamente estás tomando clases después del trabajo, es importante que tengas en cuenta que un trastorno de aprendizaje sin resolver puede hacer la diferencia entre el fracaso y una persona realizada.
Saca lo mejor de tu relación
A la fecha todavía son pocas las parejas que acuden donde un experto cuando hay problemas. En el mejor de los casos, la terapia de pareja suele ser el último recurso antes del divorcio. Conocernos como pareja, y aprender a identificar los problemas que amenazan nuestra estabilidad es la clave para evitar una ruptura.
Vence tus miedos
Todos tenemos miedo de algo. De hecho, lo más probable es que todos compartimos una serie de miedos inevitables: la muerte de alguien a quien queremos, la enfermedad, perder nuestro trabajo o la sólita incertidumbre ante el futuro. Es normal. Lo importante de verdad es salir adelante pese a los miedos. Aunque para algunos parezcan ridículos, a otros simplemente nos pueden paralizar o hasta condicionar por completo (dejar pasar oportunidades, cerrarse socialmente, etcétera), así que esto solo va a mejorar con ayuda.
Te vas a querer más
Son muchas las formas en las que intentamos conectar el cuerpo y la mente, ya sea por medio del yoga, nuestra alimentación o con sesiones de meditación. Y si algo queda claro es que para que la mente esté bien, el cuerpo físico necesita estarlo, y lo mismo en el sentido contrario. Necesitamos cuidar nuestra mente para que nuestra salud física esté al cien por ciento. ¡No descuides ninguna de las dos!
Ya ves, ir a terapia es solo una muestra más de amor propio. ¿Quieres otras?
.Fuente:Fucsia