A finales de los 90 cambió por completo la percepción que se tenía sobre las cirugías plásticas, lo que trajo como consecuencia que muchas mujeres tomaran la decisión de hacerse algunos ‘arreglitos’ en su cuerpo para lucir mejor.
Una de las intervenciones más frecuentes desde ese momento ha sido el aumento de glúteos, trayendo con ella la queja de que las pacientes se sentían poco proporcionales en cuanto al tamaño de sus glúteos y piernas.
Fue ahí cuando cobró fuerza el aumento de pantorrilla: un procedimiento quirúrgico que permite agrandar el tamaño de los músculos superiores de las piernas para moldear la forma y el volumen de las pantorrillas, dando una mejor apariencia estética.
Inicialmente este procedimiento se realizaba inyectando grasa en la zona, pero no tuvo mucho éxito por las complicaciones que se presentaban.
Es ahí donde vienen los implantes de silicona, que a diferencia de los usados en cirugías para agrandar otras partes del cuerpo, son más delgados y alargados para que puedan adaptarse de forma natural a la curvatura de los músculos de esa zona.
La información fue ofrecida por el cirujano plástico Enriquillo Clime, miembro de la Federación Latinoamericana de Cirugías Plásticas, y quien además estará participando en el Congreso Internacional de Sociedad de Cirugías Plásticas a final del mes, en Miami.
Explica que alrededor de una semana después de la intervención los puntos de sutura son retirados y en el pliegue de la parte posterior de la rodilla queda una pequeña cicatriz casi invisible, que se irá desvaneciendo cada vez más con el paso del tiempo. Al cuestionarle sobre cada cuanto tiempo deben ser cambiados los implantes, el doctor aprovecha para aclarar que eso es solo un mito: lo que pasa con los implantes es que con el tiempo pierden su garantía, pero eso no indica que deban ser sustituidos. Lo que si aconseja es visitar al médico especialista al menos cada año para que el determine si el implante permanece en buen estado.
Uno de los puntos más importantes para entender sobre esta cirugía es que el aumento no es muy grande y lo que se agranda es en la parte superior, por lo que primero debe evaluarse el grosor de los tobillos.
Antes de realizar la intervención el doctor debe tomar en cuenta las medidas para evaluar las proporciones del cuerpo y el implante que este puede tolerar.
Normalmente el cirujano orienta al paciente cuando quiere algo que no vaya acorde con sus proporciones, pues más que algo que no luce bien estéticamente, también puede traer consigo que la piel se llene de estrías, se caiga o disloque, entre otras complicaciones que pueden ocurrir con el tiempo.
Clime aprovecha para destacar que los aumentos exagerados que hoy día son tan frecuentes nada tienen que ver con cirujanos plásticos certificados, explicando que lo que ha ocurrido en ese sentido es que muchos doctores especialistas en otras áreas han intentado incursionar en la cirugía estética, lo que él define como “un piloto de avioneta volando un jet”.
“El país batalla constantemente contra eso. Hay que reconocer que hay doctores excelentes en las áreas en las que se especializaron; sin embargo que sea bueno en eso no quiere decir que también pueda serlo en la cirugía estética”.
Es por eso que el especialista aconseja a quienes estén interesados en realizarse cualquier tipo de procedimiento estético buscar información en la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Sodocipre), primero para cerciorase si su médico está inscrito.
RIESGO MÍNIMO
Esta intervención es cien por ciento segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano certificado. Sin embargo, como en toda intervención quirúrgica, el doctor expone que, no se descarta que pueda ocurrir un posible sangrado o que el implante sea muy expuesto, es decir, que se note demasiado, logrando que la apariencia no sea natural y deba ser removido.
RECUPERACIÓN
La recuperación es bastante rápida. Lo ideal es que el paciente empiece a caminar cuatro horas después de la cirugía, eso dará lugar a que el implante se acomode y disminuya la hinchazón.
De acuerdo con el experto, este tipo de cirugías permite que a la semana la persona pueda reincorporarse a su rutina, poco a poco.
Para quienes les gusta hacer ejercicios, apróximadamente a los 45 días después de colocar los implantes se puede empezar a ejercit
CAMBIAR VIDAS
De la mano de la plataforma de turismo médico, Surgi Coordinator, y en colaboración con más de 60 cirujanos certificados nace un proyecto con el único propósito de ayudar a quienes necesitan de una cirugía plástica más allá de ser solo por un capricho, sino una necesidad para sentirse bien consigo mismo, como es el caso de pacientes sobrevivientes de cáncer de mama. El proceso se realizó mediante una convocatoria pública, donde más de 80 personas aplicaron, siendo seleccionadas aquellas que entendían que más lo necesitaban y estaban en óptimas condiciones para someterse a los procedimientos quirúrgicos.
Clime cuenta que ser parte de esta iniciativa lo llena de satisfacción, sobre todo porque su interés por la estética nace a partir de su deseo de querer llevar la felicidad de que, pudo cambiar una vida para bien. “La belleza se adquiere de adentro hacia afuera, y nosotros al final del día queremos que el paciente se sienta bien, tanto con su interior como con su exterior”, expresa.arse de forma gradual y a los tres meses se pueda llevar un estilo de vida normal.
Fuente: Laura Ortiz