Los ahorros tienden a ser recursos disponibles para ser utilizados en cualquier momento, como en el caso de una emergencia o gasto inesperado. Contar con esos ‘clavitos’ representa gran importancia para enfrentar los retos que se puedan presentar en el futuro.
Idealmente, mientras mayor sea este fondo de emergencia, mayor tranquilidad se podrá tener en cuanto a las finanzas personales y de esa manera evitar tener que recurrir a financiamientos tóxicos.
Si eres joven, es probable que en más de una ocasión te hayas propuesto ahorrar, ya sea para comprar algo específico o simplemente para cualquier eventualidad que pueda presentarse, pero la tentación te ha hecho pensar en mil y una cosas en las que podrías gastar el dinero, incluso mucho antes de siquiera haber cobrado la quincena.
Aunque por el hecho de ser joven no siempre se gana un salario que nos permita hacer mucho con él, también es cierto que no se tienen muchas responsabilidades financieras, lo que siempre da cabida a que pueda ahorrarse al menos una mínima parte.
Aquí algunos consejos de parte del analista financiero y director del portal Argentarium, Alejandro Fernández W., para hacerlo de manera inteligente.
Define tus metas
El primer paso a tomar antes de iniciar a ahorrar es tener muy claro cuál es el propósito con el que se hace. De hecho, tenerlas tan claro que estén por escrito y publicadas en un sitio visible, de tal manera que permita recordar qué te motiva o guía, el por qué estás trabajando, de forma tal que se valore mucho más el ahorro.
Prioriza
Siempre trata de gastar en lo que realmente es importante y necesario. No te dejes llevar de la presión social donde se gasta en cosas innecesarias, muchas veces con dinero que no se tiene, simplemente por estar a la moda o complacer al otro.
Usa más efectivo y menos tarjetas
Las personas tienden a gastar más cuando utilizan tarjetas de débito o crédito en vez de efectivo, ya que al pasar la tarjeta entienden que no es dinero real, por lo que “no duele tanto” que cuando se trata de billetes y monedas, con los que se puede tener mayor control de lo que se gasta, y se piensa más a la hora de utilizarlos
Abre una cuenta de ahorro
Para evitar gastar el dinero que te ‘sobra’ en vez de ahorrarlo, lo más recomendable es abrir una cuenta exclusivamente de ahorro en el banco en el que te sientas más cómodo, así al cobrar transfieres directamente la cantidad deseada para no tener ni que tocarlo.
Traza un monto fijo
De acuerdo a tus ingresos plantéate una cantidad específica para ahorrar por quincena o por mes (como te sea más conveniente), y en vez de ahorrar lo que sobra después de gastar, intenta mejor gastar lo que sobra después de ahorrar
Invierte los ahorros
Las inversiones generan un rendimiento mucho mayor que el de los ahorros, según Fernández.
Lo importante es que se vayan haciendo con prudencia, de poco a poco y preferiblemente con el dinero previamente ahorrado, educándote para así entender el proceso de inversión y los riesgos que se están asumiendo.
Fuente: Laura Ortiz