La magia del blanco en la decoración

Ciertamente el blanco tiene su encanto. No solo inspira limpieza. Su magia es capaz de hacer que los espacios se vean más amplios y sobre todo, más frescos.

“En estos días de calor, es el tono ideal para decorar nuestra casa u oficina”, comenta Patricia Álvarez, arquitecta y diseñadora de interiores.

Desde su óptica, es el blanco ese recurso que con su magia es capaz de hacer que la vista asimile la profundidad de los espacios. “Me explico, por lo regular lo que llamamos ‘la nada’ no tiene color y lo asumimos como si trascendiera en el espacio porque no tenemos algo que despierte nuestros sentidos y la vista diga ‘hasta aquí llegué’. Así que esa sensación es la que ayuda a que este tono, si le podemos llamar así, extienda nuestra mirada y el subconsciente entienda que se trata de algo más amplio de lo que es”, detalla la experta.

Ella al igual que su colega Cristhian Espinal, entienden que en países de clima tan cálido como este, es importante que se tome más en cuenta este tipo de tono por la frescura que inspira. “Ahora bien, si tenemos un espacio muy grande en el cual no queremos poner muchos elementos, pero tampoco queremos que sea muy vacío, entonces podemos valernos de un color fuerte que detenga la trascendencia del blanco”, comenta el decorador.

EN CADA ÁREA
La sala: aunque depende del gusto de cada quien, en este espacio puede abundar el blanco, sobre todo si se trata de una casa pequeña. Puede ir en las paredes y hasta en los muebles y demás piezas decorativas. Claro, si los muebles están muy cerca de la cocina no es conveniente que sean blancos, pues la grasa termina poniéndolos amarillos. Si la casa es amplia puede pintarse o empapelarse una pared con el tono del agrado de la persona.

La habitación: el blanco puede estar en las paredes, mientras que para los elementos de la cama puede escogerse algún tono pastel o fuerte según su amplitud.

La terraza: es un área donde el blanco reina y se la luce con todo su esplendor, pues se pone a tono con el exterior para el logro de una mayor frescura.

El baño: es uno de esos lugares donde el blanco cobra protagonismo por sus aires de buena higiene.

La cocina: por lo regular en esta área abunda la loza en las paredes para una efectiva limpieza, pero esta puede ser blanca para lograr un efecto más fresco y limpio.

Fuente: Marta Quéliz

Salir de la versión móvil