Entrenar sólo en la búsqueda de mover más libras es un boleto seguro a lesiones y síndrome de “sobreentrenamiento”. Es importante recordar que nada sustituye el trabajo duro e inteligente con movimientos básicos bien ejecutados.
Cuando una persona adquiere el hábito de realizar una rutina de ejercicio y cuida de su alimentación logra realizar cambios físicos y de salud. Sin embargo, hay un punto donde el proceso de avance se detiene y la transformación se estanca.
En muchas ocasiones la causa principal de ese estancamiento es que el cuerpo se va autorregulando y se adapta tanto al nivel de estrés al que lo sometemos con el ejercicio, como a sobrevivir y mantenerse con la cantidad de calorías que se ingieran, aun sean pocas.
El cuerpo avanza de manera ágil cuando se expone a algo nuevo, cuando ya se adapta no avanza mucho más. Es recomendable mantener intervalos en los que podamos, por ejemplo, pasar unos cuatro días consumiendo pocas calorías y otros tres reintroduciendo alimentos regulares, cuidando siempre las porciones y evitando mayormente la comida chatarra; esta se puede consumir un día a la semana.
Otra de las razones es que se obvian factores importantes como la calidad del sueño, el manejo y la recuperación del estrés. Estos, al no ser cuantificables, dificultan su monitoreo o revisión. Sin embargo, son determinantes en los procesos de transformación.
¿Qué estoy haciendo mal en el gimnasio?
Muchas personas piensan que mientras más ejercicios realizan mayores resultados obtienen y no es así. El cuerpo necesita el descanso para avanzar; además, cuando entrenamos a diario, el cuerpo se adapta aún más rápido al estrés del ejercicio y hace menos efecto.
Cuando una persona se demanda mucho físicamente y deja de percibir cambios, debe variar de modalidad. En el caso de las pesas, una alternativa es entrenar durante par de meses incrementando la fuerza o la cantidad de peso. Luego de cumplir con este propósito, se puede pasar a la pérdida de porcentaje de grasa, lo que implica medidas diferentes a la etapa anterior. De esta manera, se van alternando los objetivos, el plan de alimentación y la rutina de ejercicios.
Otro punto importante es verificar si las metas que estamos buscando son alcanzables, porque nadie se va a mantener mejorando indefinidamente. Hay que ir modulando y cambiando los objetivos, porque no hay forma de que puedas seguir rebajando o ganando más masa o fuerza muscular de manera indefinida. —
¿Cómo crecer muscularmente?
El crecimiento es multifactorial, es decir, debemos tener en cuenta varios factores, como alimentarse, descasar adecuadamente y entrenar. Este último es el menos entendido. Hacer ejercicios no es lo mismo que entrenar. Cuando hablamos de “hacer ejercicio” nos referimos a moverse, hacer fuerza bruta, alimentar el ego y hacer más de lo necesario. Sin embargo, cuando entrenamos “hacemos algo, en busca de algo”.
Dicho esto, entrenar es tener un plan, es hacer y ver resultados aunque sean mínimos cada día, por lo que la adecuada activación muscular es la más importante “habilidad” a desarrollar y luego podemos hablar de fuerza.
¿A quién debe acudir una persona que está llevando su propio proceso de transformación una vez se ve estancado?
Debe acudir a un médico endocrinólogo que pueda a través del análisis de ciertas hormonas determinar si en realidad el metabolismo está comprometido por un asunto de ingesta calórica, exceso de ejercicio o fatiga adrenal.
Cuando una persona hace ejercicio en exceso y además tiene una vida con altos niveles de estrés, hay una glándula que se llama suprarrenal que es la que maneja los niveles de producción de hormonas, son muy importantes, pero cuando son excesivas no le da tiempo a esta glándula reponerse. Si puedes identificarlo a través de lo que se llama el cortisol y el DHDA, entonces tomar un tiempo de descanso sin hacer actividades físicas va a restablecer estas funciones de manera saludable.
¿Existen suplementos que ayuden a que el cuerpo continúe su transformación en un momento de estancamiento?
No solamente suplementos; también alimentos. Si, por ejemplo, tienes una dieta que se enfoca en la reducción de calorías y llegas a un momento que te estancas y no estas comiendo carbohidratos, retomar su consumo va a provocar que sigas avanzando. La idea es darle al cuerpo cosas que no sean habituales hasta que se acostumbre y luego retornar a lo anterior.
En el caso de la suplementación, hay algunos que ayudan a rebajar. Están los famosos quemadores de grasa, que, si son utilizados de forma inteligente, pueden ayudar a acelerar los procesos o superar una fase de estancamiento. Entre las bebidas que ayudan a quemar grasa y podemos consumir se encuentran el té verde y el café negro, ambas sin azúcar.
Recomendaciones
A continuación algunos consejos para lograr una evolución significativa en tu cuerpo:
– Descansa 8 horas en un lugar oscuro, sin celulares encendidos o red inalámbrica cerca.
– Crea metas alcanzables que vayas alternando en períodos de tiempo determinados.
– Ingiere cheat meal o “comida trampa” solo una vez a la semana. Este día te das la libertad de comer lo que se te antoje, en porciones que no sean excesivas. Esto te ayuda a avanzar en tu proceso de transformación.
– Cambia la rutina de ejercicios, altérnala cada cierto tiempo. Si tu cuerpo se adapta no continuará avanzando.
– Tómate un descanso del gimnasio o los ejercicios habituales. Es importante tener días de descanso. Mientras más te esfuerces, más se adapta tu cuerpo y menos resultados obtienes.
Fuente: Juan Carlos Simó