La Navidad es una de las épocas del año que más nos invita a salirnos de nuestros hábitos cotidianos, principalmente, de nuestra dieta alimenticia. En ocasiones somos invitados, en otras invitamos. Pero ambas tienen el mismo fin: compartir, no sólo afectos sino también bocados y bebidas.
A mediado de noviembre comienzan los agasajos entre amigos, compañeros de trabajo, familia… y empezamos a olvidarnos de los ejercicios y a acostarnos tarde, lo que altera nuestro ritmo habitual. En consecuencia, llegan los excesos del comer y beber y, antes de concluir el periodo festivo, comenzamos a sentir los efectos de tantos desarreglos.
“Es fundamental evitar los excesos así como eludir ayunos prolongados y las cenas copiosa; limitar el consumo de alcohol y mantener la rutina de ejercicios habituales”, explica el gastroenterólogo, Martín Salazar Simó.
Por igual, aconseja masticar bien los alimentos y parar de comer al momento de sentirnos satisfechos. Además, resalta de que los niños y envejecientes constituyen los rangos de la población más propensos a enfermarse en estos días, los primeros por consumir en exceso los dulces, mientras que los envejecientes son vulnerables por sus antecedentes de digestión, debido a la baja en la producción de enzimas digestivas y enfermedades agregadas como, diabetes, hígado e hipertensión”. Es por ello que deben evitar o reducir la ingesta de mantecados, mazapanes (tipo de dulce), salsas industriales, bombones, turrones, gaseosas, embutidos, por su alto contenido en grasa.
De acuerdo a su experiencia, los motivos de consulta más frecuentes en el periodo navideño suelen ser las intoxicaciones tanto alcohólicas como por alimentos, en consecuencia, los síntomas son gastroenteritis, deshidratación, pancreatitis, colelitiasis y gastritis.
Cabe destacar que no todos los pacientes saben diferenciar cuando están presentando un cuadro de intoxicación y cuando es intolerancia.
Con relación a esto, el gastroenterólogo expresa que se debe a que los síntomas de la intoxicación y los de la intolerancia suelen ser similares. “Ambos pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, calambres, gases, escalofríos, mareos, fiebre, sudoración y dolor de cabeza. Sin embargo, la diferencia entre una será determinada en la historia clínica del paciente”.
Para prevenirlo, el galeno recomienda moderación en las cantidades de lo que se come y de lo que se bebe.
Igualmente, recomienda priorizar el pescado, los mariscos, las verduras, frutas y vegetales. En cuanto a los dulces, sugiere optar por postres saludables bajos en calorías.“Selecciona la parte magra de las carnes de cerdo, pavo y pollo. Entre los alimentos más saludables también están las frutas secas, las deshidratadas, las uvas, las manzanas…”, puntualiza.
Cuándo acudir al médico
No todos los cuadros de intoxicación o de intolerancia ameritan la consulta médica, comenta Salazar Simó. “Si el paciente presenta náuseas, gases, dolores abdominales, podría manejarse en la casa. Pero si presenta distensión abdominal acompañada de vómitos, diarrea y fiebre, debe ser asistido por un especialista”, dice Salazar Simó.
Importante
Para evitar intoxicaciones, el doctor Salazar Simó aconseja:
– Lavarse las manos.
– No toser, fumar o estornudar, encima de los alimentos que se están preparando.
– Seleccionar alimentos frescos.
– Realizar una buena coccion.
Conservación de alimentos:
– Guardarlos en recipientes limpios y cerrados.
– No dejar más de dos días refrigerados.
– No reciclar la comida más de una vez.
Factores de riesgos:
– Ingerir alimentos crudos como las ensaladas.
– Falta de cocción de los alimentos.
Sugerencias
• Si tienes un compartir en la noche, almuerza ligero.
• Prioriza el ejercicio y no sacrifiques las horas de sueño.
• Mantente hidratado.
Fuente: NORYS SANCHEZ