Después de pasar tanto tiempo en casa debido a los cambios de rutinas causados por la pandemia relacionada al COVID-19, hay que estar más atentos que la ropa se va a usar no tengo un olor a humedad o un molesto aroma por estar tanto tiempo guardada en el clóset. Estos trucos serán de gran ayuda para que tu ropa mantenga un olor fresco y a recién lavado.
No llenar demasiado la lavadora: Es mejor evitar sobrecargar la lavadora con demasiada ropa en una tanda. En estos casos la ropa no se limpiará totalmente porque no tendrá el espacio que necesita para moverse en el agua
Lavar la lavadora: Se recomienda que se lave la lavadora una vez al mes para asegurar que la ropa obtenga un olor fresco después de que se lave. Se debe de poner la lavadora vacía a una temperatura más alta para eliminar cualquier bacteria contenida en el tambor.
Secar de inmediato: Ya sea tender la ropa o entrarla en la secadora, mientras más rápido se seque es más fácil evitar olores molestos de humedad o moho.
El poder del calor: Se puede decir que esta es una continuación del consejo anterior, de todas formas, cuando el clima lo permita, es ideal tratar de tender la ropa al aire libre porque la luz del sol ayuda a eliminar las bacterias que causan malos olores.
Revisar antes de guardar: Es importante confirmar que toda la ropa esté bien seca antes de guardar en una gaveta o un armario, ya que es difícil evitar olores a humedad en espacios con poca circulación del aire.