Julenna Santana es una adolescente de 16 años que, aunque aparenta tener más control emocional que los adultos, no es inmune a los efectos psicológicos que causa el estar confinada en el hogar y, por ende, al distanciamiento físico.
El cambio en su rutina acostumbrada, el continuo bombardeo de noticias, el no poder satisfacer la necesidad de salir a compartir con sus amigos; el nuevo esquema de recibir las clases y hacer las tareas de forma virtual ha generado en la adolescente una cadena de comportamientos no antes vistos.
Un estado de estrés, de ansiedad, preocupación y preguntas constantes de ¿hasta cuándo? “Estoy cansada, estoy aburrida”, en fin… toda una lista de adjetivos para la situación es parte de su día a día.
Dice que a principio se veía divertido un par de días fuera de la escuela, estar en casa, ver sus series favoritas y por qué no, visitar a sus amigos.
Todo fue una utopía solapada por la ingenuidad de un pensamiento egocentrista. Hoy, al igual que ella, miles de jóvenes están sufriendo los estragos de la vivencia de un fenómeno nuevo para todos, que ha llegado sin avisar y ha cambiado el esquema de vida de la humanidad.
Yarina Rojas, magister psicóloga clínica infanto-juvenil, dice que los adolescentes son más sensibles, y suelen sentirse más abrumados por los cambios repentinos y por los eventos emocionales de su entorno.
Cabe destacar que la adolescencia es transición de la niñez a la adultez y comprende, entre los 10 y 19 años. Es una etapa de desarrollo y crecimiento humano condicionada por diversos procesos biológicos.
En esta época en que todos están en casa, el adolescente representa un reto para algunos padres al enfrentar conductas nuevas, por los efectos de estar confinado en el hogar, y por ende, no poder hacer su vida cotidiana.
ALGUNAS CONSECUENCIAS
Yarina Rojas asegura que el joven puede presentar alteraciones en los patrones del sueño, cambio de humor, conducta de oposición ante las responsabilidades que se le asigna. Y si antes de esto tenían problemas conductuales, se les hace todavía más difícil aceptar las instrucciones y las normas de convivencia.
Según la Organización Mundial de la Salud, un adolescente no es plenamente capaz de aprender conceptos complejos, ni de entender una conducta y su consecuencia, ni tampoco el percibir el grado de control que puede tener respecto a la toma de decisiones referente a su salud.
¿Qué hacer? Es la pregunta frecuente que recibe la especialista por parte de los padres y tutores en el Liceo Experimental Altagracia Amelia Ricart Calventi, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde labora como pedagoga sistémica. Sostiene que esto la motivó a crear una guía para ayudarlos en esta situación atípica por la pandemia de Coronavirus.
La experta aconseja a los padres aprovechar este tiempo para escucharlos, hacerles sentir que son importantes, reforzar los lazos afectivos y promover el amor como emoción fundamental.
Dice a los padres que en la familia es el primer lugar donde la persona aprende a comunicarse, y la manera de hacerlo será determinante para el adolescente.
“En todo lo que hacemos, decimos, o dejamos de hacer se está comunicando algo. La comunicación es un puente de doble vía que conecta los sentimientos entre padres e hijos, y hay que recordar siempre que los hijos lo que necesitan ahora es sentirse amado y seguros”, considera.
La experta sugiere que los padres aprovechen este momento para conectar y romper los nudos de la comunicación, que son aquellos, y muy frecuentes en las familias, en que usted debe adivinar lo que el otro necesita, tanto material como afectivo.
OPCIONES DE CRECIMIENTO
También los padres deben crear espacios para conversar temas de interés, acompañarlos en las tareas, juegos o cosas que les gustan hacer, planificar actividades en conjunto para contrarrestar los efectos psicológicos negativos que produce el aislamiento.
También darle su espacio y privacidad, ver series, leer libros en familia, cantar en karaoke, fijar una hora para reflexionar, que las labores del hogar sean en igualdad, hacerle sus platos favoritos, propiciar respeto y mucho amor.
DESDE EL PUNTO DE VISTA RELIGIOSO
En ese mismo orden, el pastor juvenil y líder cristiano Ramón Nova, consciente de la realidad que viven sus contemporáneos, hace uso de las redes sociales y el púlpito para decirles a los jóvenes que aprovechen este tiempo que el Señor les está brindando para reconciliarse con Él y crecer en lo espiritual.
Al mismo tiempo, para crecer en lo personal y emocional poniendo en orden sus prioridades según su nivel de importancia para su desarrollo humano, leer buenos los libros para así tener un crecimiento intelectual y brindarle tiempo de calidad a su familia, que es vital. “El tiempo perdido es imposible recuperarlo, pero sí puedes aprovechar el presente para cambiar el futuro”, concluye Nova.
CONSEJOS
La psicóloga Andel Nicasio, quien trabaja en con en el Programa de Diversidad y Disparidades de Salud Mental, de la Universidad Médica de Carolina de Sur comparte algunos consejos.
2. Puede involucrar a los jóvenes en la planificación de tareas en el hogar.
3. Hacer actividades divertidas en la casa y con toda la familia.
4. Brindarles el espacio para que se comuniquen y hagan actividades divertidas ‘online’ con sus amigos.
5. Aunque la tecnología es importante hoy en día, es importante que el adolescente se aparte un poco de ella.
6. Por último, recuerde que está bien no tener las respuestas para todo en estos momentos y ser honestos con sus hijos. Estamos todos aprendiendo sobre la marcha.
Fuente: IVELISSE VILLEGAS / LISTIN DIARIO