Bailar -sin importar la edad- tiene muchos beneficios para el ser humano. Desde antes de aprender a caminar, nuestro cuerpo se mueve siguiendo el compás de cualquier sonido; lo que quiere decir que el baile nos llega de forma natural. A pesar de ser conscientes de esta cualidad innata, muchos de nosotros, a medida que vamos creciendo, la perdemos o la reprimimos.
Por esta razón, se lanzó al mercado una clase especialmente diseñada para los niños, conocida como ‘zumba kids’.
Este programa está basado en sencillas rutinas de baile que los niños desde los 4 hasta los 11 años pueden seguir con facilidad. Se utiliza una metodología amigable y simplificada, donde el instructor explica cada paso por separado, hace juegos de integración y muestra diversos géneros musicales incorporando una exploración de culturas y estilos.
La estructura de una clase de ‘zumba kids’ es muy distinta a la que se conoce de adultos. Su propósito principal no es el de quemar cientos de calorías, sino más bien, el de motivar a los niños a moverse. Este objetivo se lleva a cabo mediante el aprendizaje de coreografías y diversas actividades. Una clase regular dura 50 minutos.
Beneficios del baile a temprana edad:
Convencer a los hijos acerca de la importancia de hacer alguna actividad física representa un reto. Los varones son más propensos a elegir algún deporte o arte marcial como ejercicio; mientras que las niñas normalmente prefieren algo más artístico.
Esta es la razón principal por la que en las clases de baile se ven más hembras que varones. Sin embargo, esto no quiere decir que los niños no deben bailar. El baile brinda los mismos beneficios para ambos sexos:
Ayuda a incorporar la actividad física de forma natural en la vida.
Un niño que tome clases de baile de forma regular, al menos dos veces por semana, verá cambios significativos en su condición física y su salud. Seguir una rutina de baile ayuda a mejorar la elasticidad muscular, la flexibilidad, el rango de movimiento y la fuerza.
El baile es un ejercicio aeróbico, por lo que quienes lo practican tienen la oportunidad de perder peso y hasta mejorar sus hábitos alimenticios.
Provee herramientas de desarrollo
En un ambiente escolar los niños deben poner a prueba cuán capaces son de respetar el espacio de los demás, seguir los lineamientos de un grupo e incluso ser líderes. Muchos de estos requerimientos son muy difíciles de desarrollar cuando tienes la presión de un maestro y crean ansiedad. Sin embargo, una vez que ellos participen de una actividad en donde se sientan libres, todas estas cualidades se desarrollarán de forma natural.
Promueve la confianza y autoestima del niño
Aprender una coreografía, así sea de forma parcial o completa impacta de forma positiva la seguridad en sí mismos. Trabajar en equipo, en los juegos, les dará la oportunidad de expresarse en voz alta, mientras que bailar delante de sus compañeros les ayuda a perder el miedo escénico.
Un niño confiado es un niño feliz. Los niveles de estrés producidos por el miedo al rechazo, por sentirse incapaces y quizá por no ser aceptados en el equipo de deporte, se ven disminuidos cuando sienten que pueden lograr cosas.
Ejercita su creatividad
Las clases de baile fomentan la apreciación por las artes. Ser un buen bailarín requiere de muchas horas de práctica, disciplina y compromiso, cualidades que, al desarrollarse, mejoran el desempeño del participante en las demás actividades que realice.
Bailar es una forma de expresión. Cada canción les da la oportunidad de comunicar sus sentimientos, por lo que regresan a casa descargados de cualquier energía negativa que tuviesen.
Mejora su balance
Lograr mover brazos y piernas en un mismo sentido o de forma opuesta ejercita las funciones psicomotoras, permitiéndole al niño mejorar su coordinación y balance.
La repetición continua de movimientos hace que los músculos se fortalezcan, lo que mejora notablemente la postura del niño y su resistencia. Este se concientiza de su cuerpo y se siente mucho más seguro de sí mismo.
Conocimiento de otros países
En las clases de ‘zumba kids’ los niños tienen contacto con diversos ritmos latinos e internacionales. Al desarrollar sus oídos podrán identificar con facilidad a qué país pertenece la música que escuchan en la radio y cuáles son sus pasos básicos.
Esta información les ayuda a sentirse más confiados en las fiestas, e incluso podrán enseñarle a sus amigos y familiares cómo se baila cada ritmo.
Les brinda la oportunidad de socializar
Normalmente las clases de baile son grupales, por lo que representan una buena oportunidad de conocer gente nueva y hacer amigos. Esta ventaja les ayuda a mejorar su comunicación y sus relaciones sociales, puesto que comparten con niños de su mismo rango de edad.
DAFNEE DE FRÍAS
ENTRENADORA CERTIFICADA
EN CLASES GRUPALES Y COACH DE SALUD
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Fuente: Dafnee De Frías