Pensar en la decoración de la casa es mucho más que centrar la atención en muebles y accesorios. El universo del diseño de interiores incluye un sinfín de escenarios, en los que el cuidado a la hora de elegir unos recursos u otros puede transformar por completo el resultado.
Atrás quedaron los años de paredes vestidas de cuadros con marcos rococó. Hoy en día es posible encontrar multitud de recursos para embellecer las paredes de una manera moderna y refrescante.
Si acabas de adquirir una casa, te mudaste de apartamento o, sencillamente, quieres redecorar tu espacio, una buena idea es optar por las composiciones decorativas, una propuesta vanguardista, que se basa en el uso de distintos complementos para crear pequeñas escenas o conjuntos estéticos en alguna zona de la casa, sobre todo, de gran impacto visual, como las paredes, estantes, credenzas y repisas.
Una composición decorativa transmite sensaciones agradables, tiene un efecto relajante y también define la personalidad de quien habita la vivienda. Por un lado, permite definir al máximo la decoración, usando fotografías familiares, láminas con mensajes o cuadros de distintos tamaños. También se puede utilizar el mismo accesorio, pero en diferente tamaño y diseño.
Por ejemplo, los espejos, además de ser muy funcionales en algunas estancias de la casa (o incluso imprescindibles, como en el baño), son muy decorativos. Una composición de ellos en una pared principal darán un toque de distinción y luminosidad a cualquier área de la casa. Al mismo tiempo ayudarán a que la zona parezca de mayor tamaño, alterando la percepción que tenemos de sus límites.
Una de las ventajas de esta propuesta decorativa es que resulta fácil de modificar y cambiarla de posición.
Propuesta
La mezcla de piezas vanguardistas con detalles antiguos, donde se juegue con diferentes tamaños y colores, ayuda a crear ambientes modernos con toques de informalidad. Las composiciones de espejos decorativos es una buena opción.
Fuente: Ivelisse Santos